miércoles, 3 de junio de 2009

UNA RUTINA PARA ORGANIZACIONES Y EMPRESAS.

Mejora tu rendimiento y el de tu equipo.
Tengo que confesar que a mis 33 años no había corrido ninguna carrera, es más, me molestaba mucho correr. Pero hace 10 meses participé por primera vez en una carrera de 10K; la idea fue de mi novia y accedí por distracción. Hoy, ya corrí otra de 10km. y estoy comenzando a entrenar para mi primer media maratón (21km).
He encontrado en esta experiencia fabulosas enseñanzas, que quiero compartir para contribuir a que logres los objetivos que te plantees, tanto en tus organizaciones como en tu vida.
En esta ocasión me gustaría hablarte de mi “Rutina de Entrenamiento” o lo que le podemos llamar un Plan de Acción Gradual.
El primer día de entrenamiento para la primera carrera, comenzamos con algo así como 15 minutos a trote medio, realmente más bien como una caminata rápida. El segundo día, fueron 20 minutos; el tercero, 25 minutos y el cuarto día 20 minutos de nuevo. Con el paso de los días el entrenamiento comenzó a aumentar tanto en tiempo como en distancia, llegando en 5 semanas, a recorrer 10K en una hora.
En este entrenamiento yace una de las actividades más importante para lograr cambios sostenibles a largo plazo y cumplir objetivos. Esta actividad es elaborar un plan de acción gradual el cual, en resumen, implica realizar pasos pequeños pero constantes para llegar a la meta.
Un ejemplo de un Plan de Acción Gradual es el de Javier , que tenía por objetivo duplicar su facturación, sin invertir en nueva fuerza de ventas.
De la misma manera en que mi entrenamiento fue dividido en 5 semanas, lo primero que hice con Javier fue dividir su “entrenamiento” en 4 períodos, de 90 días cada uno.
En segundo lugar, mi entrenamiento comenzó con tiempo y distancias cortas y sencillas y poco a poco fue aumentando; comenzó con 15 minutos y alcanzó 60 minutos. El plan del entrenamiento logró mantenerme motivado y evitar lesiones que me sacaran del juego.
Con Javier comenzamos a trabajar de la misma manera, aumentando paulatina y gradualmente. El esfuerzo de su equipo de ventas estuvo enfocado durante el primer periodo en aumentar solamente una cuarta parte de la intensidad de su facturación. En el caso de Javier esto representaba flujos de efectivo extras que oscilaban entre 12mil y 25 mil pesos. En el segundo periodo, la fuerza de ventas de Javier se enfocó en aumentar sus ingresos en una tercera parte, logrando así una facturación extra mensual entre 16mil y 33mil pesos.
Así, Javier logró duplicar su facturación sin ninguna lesión (sin pérdidas ni despedidos), poco después de 15 meses de “entrenamiento.”
Una de los principales errores que he visto a la hora de plantearnos objetivos o plantearle metas a nuestros colaboradores, es buscar resultados inmediatos. Incluso sin considerar que es más importante formar nuevos hábitos en ti o en tus colaboradores --como hacer ejercicio, tener una vida más sana, mayor salud, mejor condición física-- estos pequeños pasos nos permitirán lograr mayores y más ambiciosas metas cada día. El caso de Javier es un gran ejemplo, ya que su fuerza de ventas continuó con un paso ascendente, aún después que el programa terminó, ya que estaban “en forma”, sabía como hacerlo y confiaban en que podían hacerlo.
Te propongo ahora que te tomes un tiempo esta semana para reflexionar acerca de ¿Cómo están tus músculos empresariales? ¿Cómo podrías mejorar tu planeación de objetivos o entrenamiento empresarial u organizacional? Por lo pronto, yo continuaré con mi entrenamiento, aumentando diez minutos cada vez.
Mi nombre es Gabriel Uribe, te agradezco tu tiempo y me encantaría escuchar tus comentarios y experiencias. Escríbeme a:
guribe@centrumsite.com y visita nuestro blog
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